Después de consumar el matrimonio, Miran pone las cosas en claro con Reyyan y prefiere no mirar atrás. Azize va un paso más allá contra los Sadoglu, y Gonul, ya puede respirar tranquila.
Reyyan recibe una amenaza, pero no se deja amedrentar y aclara que ya no tiene miedo. La abuela Sukran es portadora de un mensaje capaz de desestabilizar a Azize. Firat y su madre se revelan.